Las jornadas tienen su origen en una costumbre religiosa que dejó de practicarse hacia ya varios lustros, y que no hace muchos años, la Asociación de Amas de Casa de Torrejoncillo, se encargó de recuperarlas y que nuevamente, han dejado de realizarse.
Comenzaban cada año, el 15 de diciembre en el interior de
Cada uno de los ochos días (de la semana), se adelantaba un poquito en este camino a la sagrada comitiva que iba acompañada de un caballo de cartón y al cual se el cantaba la “jornada” correspondiente.
El camino estaba adornado con multitud de madroñeras que se instalaban en los viejos bancos de la Iglesia. El firme, de tierra y césped, y en él, algún sencillo motivo que, variaba algún día según la letra de la “jornada”.
El dinero para poder llevar a cabo esta actividad, se obtenía de la bandeja del Portal de Belén, que se montaba para las Navidades.
Las letras de estas Jornadas, se las ofrecemos a continuación, porque sabemos que a muchos de ustedes, les va a interesar conservarlas.
Primera Jornada
- Ese anciano con su Esposa,
¿Dónde caminando va?
- En busca de un techo abrigo
Que los pueda cobijar.
Llenos de alegría
De amor y de fe,
Camina María
Y el casto José.
Segunda Jornada
- En los mesones pidió posada
Para su amada y para él,
Más, con baldones y dichos fieros,
Los despidieron echando hiel.
Vamos pues, vamos
Muy obsequiosos.
A los esposos
A festejar,
Y veneramos
Su gran bondad.
La excelsa paz
Nos han de dar.
Tercera Jornada
Por largos caminos
Los Esposos van,
Van muy presurosos
En su caminar,
- y sus casas tristes
De fatiga están
Con grandes deseos
De poder llorar.
A Belén, pastores
Debemos marchar,
Que el rey de los reyes
Pronto va a llegar.
Cuarta Jornada
Llegan al pozo Siquén
Cansados de caminar,
- y allí lavan los pañales
Del que nos viene a salvar.
Gloria a Dios en las alturas
Y paz para el pecador.
Cantad himnos, criaturas,
Que ya vendrá el Redentor.
Quinta Jornada
Con las jornadas tan largas,
- con el hielo y las escarchas,
Ya no puede caminar.
Llenos de alegría
De amor y de fe,
Camina María
Y el casto José
Sexta Jornada
Qué tristes los montes,
Qué tristes están,
Cubiertos de nieve
- por el temporal.
Y sus blancos copos
Caen sin cesar,
Y a José y a María
Azotan la faz.
A Belén, pastores,
Debemos marchar,
Que el rey de los reyes
Pronto va a llegar.
Séptima Jornada
Son tan pobres que no pueden
Un rincón solicitar.
- Pobres son, porque el ejemplo
De obediencia quieren dar.
Gloria a Dios en las alturas,
Y paz para el pecador.
Cantad himnos, criaturas,
Que ya vendrá el Redentor.
Octava Jornada
Dejan los muros nuestros viajeros
- y van ligeros hacia un portal.
Allí, seguros piensan hallarse
Y liberarse del temporal.
Vamos pues, vamos
Muy obsequiosos
A los Esposos a festejar,
Y veneremos su gran bondad.
La excelsa paz
Nos han de dar.
(Texto recopilado de la Revista "El Telar" 1992)
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